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Los primeros años de Claudio Bravo |
se reúnen en exposición |
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Mañana se inaugura la reedición de esta muestra de |
2005, a la que se le agregaron nuevas obras |
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La Tercera, 15 de Julio de 2011 |
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Con motivo de la muerte del pintor Claudio Bravo, la Corporación Cultural de Las Condes decidió modificar completamente su calendario de exposiciones y remontar la muestra Claudio Bravo. Los años chilenos 1951-1960, una selección de más de 70 dibujos y pinturas, correspondientes a la primera etapa de su obra, cuando aún vivía en Chile, que se exhibió en el mismo lugar en el 2005.
La exposición, que muestra un aspecto distinto de su obra, se presentará desde mañana y hasta el 28 de agosto en las salas del segundo piso de la Corporación Cultural de Las Condes.
En la oportunidad, se presentará el documental Claudio Bravo, la pupila del alma, realizado por Hugo Arévalo, y que recorre la vida y trayectoria de Bravo, y cuenta con su testimonio personal, donde habla de su relación con el arte y la belleza, y la cinta que el francés Philippe Aubert realizó en 2010 en Marruecos sobre el artista. Las imágenes están captadas en Chile, España y Marruecos.
En la muestra, se incorporarán nuevas pinturas, también de su primer período creativo, las que fueron cedidas por coleccionistas privados.
Las obras que ya se exhibieron en la Corporación Cultural de Las Condes, muestran obras realizadas en Concepción y Santiago, muchas de ellas cuando Bravo tenía tan sólo 15 años de edad y estaba en el colegio. Sin embargo, la maestría en el dibujo es innegable y ya da luces del connotado artista en que se transformó.
Radicado en Marruecos desde la década del 70, la obra de Claudio Bravo es conocida en los cinco continentes y se ubica entre las que han alcanzado un mayor precio en el mercado internacional. Sin embargo, no fue sino hasta 1994 que el público local pudo apreciar en directo la maestría del pintor en la exposición que se llevó a cabo ese año en la Sala Matta del Museo Nacional de Bellas Artes, y que hasta el momento ha sido una de las más vistas en la historia de las exposiciones en Chile, con 180 mil espectadores.
Claudio Bravo a los 17 años inauguró su primera exposición individual y rápidamente vendió todos sus cuadros. A los 19 repitió la hazaña. "A partir de ese momento la obra de Claudio Bravo empezó a ser aplaudida por el público, ignorada por la mayor parte de los pintores y discutida por la crítica, un fenómeno que se repetirá a través del tiempo. Para muchos su creación suscita reacciones opuestas equivalentes al amor o el odio. Indiferencia nunca", cuenta la periodista y amiga del pintor, Sonia Quintana, quien escribió el catálogo de la exposición de 2005.
Después de egresar del colegio, se dividió entre el trabajo de taller y las lecturas y diálogos encaminados a satisfacer su anhelo de ampliar sus conocimientos. A los 21 años partió a Concepción y descubrió que "el retrato se me daba muy bien". Es así como dejó un importante registro de sus dibujos y pinturas a la sociedad penquista de la época.
A los 24 años se fue a Europa, primero pensando en París, pero finalmente se quedó en Madrid, donde rápidamente comenzó una glamorosa vida social y empezó a retratar a las más importantes personalidades de la época. Llegó a pintar más de 300 retratos en ocho años, incluyendo al Rey Juan Carlos, a la Reina Sofía y a las Infantas.
En 1970 realiza una exposición en Nueva York, que obtiene muy buena crítica. Entonces, decide hacer un cambio radical y se radica en Tánger, Marruecos. La atmósfera es de una intensidad única. "El color, la luz, el paisaje, los olores y sonidos armonizan con su gente que, vestida con su típica túnica o chilaba, parece sacada de un pasaje bíblico. Esta realidad en la que conviven pasado y presente conforman un universo misterioso que incita fuertemente a la exploración. Es difícil imaginar un mejor escenario para el cambio de giro existencial de un artista", dice Quintana.
Su carrera, administrada por una galería internacionalmente reconocida, de la que es artista exclusivo, junto con Botero o Tamayo, alcanza los más altos niveles de cotización en el mercado mundial. En 1994 se realiza la gran exposición en Chile, que se convierte en un fenómeno sociológico y coincide con el reencuentro del artista con su país: adquiere una propiedad en la Región de los Lagos y empieza a viajar anualmente, con el pincel en la mano, a recuperar sus raíces. Pero en el año 2000 vende sus tierras y se despide de Chile. En Marrakech restaura una antigua mansión y se establece allí por temporadas –como dice Sonia Quintana- "sin romper sus propias reglas de ermitaño".
Claudio Bravo. Los años chilenos 1951-1960
16 de julio al 28 de agosto de 2011
Salas segundo piso, Corporación Cultural de Las Condes
Avda. Apoquindo 6570, 562 3669393
Martes a domingo, 10.30 a 19.00 horas
Entrada liberada / adhesión voluntaria
www.culturallascondes.cl
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