"Mis mejores cuadros los guardo yo"
 
 
Asegura que para que un artista tenga éxito sólo
necesita pasión.
El Correo, por J. A. González Carrera, 24 de Julio de 2007
 
 
Claudio Bravo.
El artista chileno, que reaparece con una muestra retrospectiva en Biarritz, declara tener una colección particular que "algún día deberá ser expuesta"

Claudio Bravo lleva cerca de treinta años afincado en Marruecos; en 1972, el mismo año en que participa en la Documenta de Kassel, cambió Madrid por Tánger. Había llegado a Europa desde su Chile natal y se labró pronto un prestigio internacional, incluido EE UU, con sus retratos en los que dialoga con los clásicos y revisa el mundo con un lenguaje hiperrealista con el que trasciende la realidad.

Hace doce años que no expone de forma individual en España, pero ahora lo hace a un paso, en Biarritz, todo el verano. También muestra su obra actualmente en Venecia, en una exposición auspiciada por la embajada de Chile en Italia, al margen de la representación oficial de su país en la Bienal.

-¿Qué sentido tiene la muestra de Biarritz, vista antes en México?, ¿es por sus 70 años, por qué es?

-Cuando era joven veía que Picasso, ya mayor, no paraba de hacer retrospectivas; ahora soy yo el que no para de hacerlas. Muestras individuales de obra del presente hago pocas; soy un pintor lento, me cuesta acabar mis cuadros.

-La muestra reúne cuadros de colecciones particulares. ¿En qué medida descubre su obra más oculta?

-Se trata de obras que conservaba Marlborough, mi galería, y de obras antiguas que hemos recomprado en Sotheby's o Christie's. Pero es algo que yo más bien no controlo. Yo vivo aislado en el campo, en el sur de Marruecos, contesto poco al teléfono y trabajo de ocho a diez horas todos los días. Soy un trabajador nato; no porque me lo progonga así, sino porque al trabajar me siento vivir. No controlo para nada este tipo de exposiciones; esta muestra en México tuvo unos cuadros y para esta de Biarritz hay un segundo catálogo al incorporse otras obras. Marlborough promociona muy bien a sus artistas.

-¿Qué sensaciones le asaltan al reencontrarse con estas obras?

-Me llevo grandes sorpresas con cuadros que, al volver a verlos; pienso que me los tenía que haber quedado. Bastantes de mis mejores cuadros los guardo yo; tengo una buena colección que algún día deberá ser expuesta al público.

-Expone en Biarritz; lugar en tiempos de aristócratas y reyes. Precisamente, Vargas Llosa dice de usted que es «un aristócrata solitario».

-A mí la galería me dijo que tendría diez exposiciones en dos años y comencé a ver los sitios: todos muy elegantes, como el castillo de Chenonceau, donde quedó una retrospectiva maravillosa. Ahora en Venecia expongo en un convento benedictino, Santa Apolonia. Es estupendo... Soy amigo de Vargas Llosa, me he leído todas sus obras; y no está mal esa imagen que tiene de mí. Lo cierto es que siempre me exponen en sitios elegantes; deben pensar que yo mismo soy elegante, no sé... Pero no lo controlo yo, lo lleva mi galería. Que conste que en Venecia me hubiese gustado estar en la Bienal, con los jóvenes.

-¿En qué medida el contacto con la cultura árabe que se filtra en su obra cambia incluso su identidad?

-¿Cuidado! Hice una retrospectiva en el Instituto del Mundo Árabe, en París. Tenía que recoger sólo los cuadros con un toque árabe, pero no había suficientes. ¿Sabe por qué? Porque cada vez que toco el mundo árabe me siento retroceder al siglo XIX; me recuerda a los pintores de viajes... Pinto en Marruecos, pero no pinto el mundo árabe.

-¿Es sólo una excusa para pintar?

-Me interesa su lado abstracto. Intento ser un pintor del siglo XXI. Actualmente preparo una muestra para Nueva York más relacionada con las experiencias de los artistas jóvenes y la ola que dejó lo abstracto que con el realismo. Mi técnica es realista -yo copio del modelo mismo- pero las situaciones que se producen en el cuadro son de otro tipo, abstracto y conceptual. Quiero hacer un realismo de nuestros días.

El pintor chileno Claudio Bravo, un personaje del Madrid de los 70.

LA EXPOSICIÓN:
Retrospectiva de Claudio Bravo (Valparaíso, Chile, 1936).
Lugar: Le Bellevue. Place Bellevue. Biarritz.
Fechas: hasta el 30 de Septiembre.
Horario: todos los días, excepto martes, de 11 a 20 horas.
Entrada: 6 E (bonificaciones).
Información: 00 33 5 59 01 59 30.